Cuando preguntamos a un niño o niña cuál es el aparato de la casa que más le gusta, ¿qué nos responden casi siempre? LA TELEVISIÓN. Pero cabe preguntarse cuál es el uso que se le da y qué contenidos son los más adecuados para que vean los niños. Este blog quiere ser un foro de reflexión sobre un tema que preocupa a padres y educadores.
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martes, 21 de abril de 2009

LA PUBLICIDAD (1)




Cuando encendemos la televisión, lapublicidad está presente de todas las maneras posibles y en todos los programas. Incluso cuando estamos viendo una película, un debate o un informativo, hay espacios publicitarios.

Está claro que las cadenas deben financiarse de algún modo y que este mundo publicitario mueve muchos millones. Ahora ya, cada programa tiene una marca patrocinadora para la que los propios presentadores o actores protagonistas hacen el anuncio correspondiente.

¿Y en el horario infantil? ¿Cómo es la publicidad?

Según un estudio de José Ramón Pérez Ornia y Luis Núñez Ladevéze, "la mayoría de los anuncios de esta franja horaria son de juguetes (43,9%), o de productos de cultura, enseñanza y medios de comunicación (del tipo de CDs y enciclopedias)(23,8%), anuncios de alimentación (13,5%) y de higiene, salud y belleza (8%)" (Pérez Ornia y Núñez Ladevéze, 2006).

El estilo de los anuncios también merecería un análisis en profundidad, ya que es patente la diferencia que se hace entre los mensajes dirigidos a niñas o a niños ( en juguetes, en ropa, etc). Por regla general, los adultos sabemos diferenciar una marca de un producto. Los niños los asocian, por lo tanto, luego se pedirán la Barbie Princesa en el Castillo de Diamantes o las zapatillas GEOX con lunares plateados y luces en las suelas.

Según Eugenia Salgado San Adriá (1)," las características de la publicidad dirigida a niños siguen estas pautas:

- El anuncio infantil suele tener mucho movimiento, colorido fuerte e iluminación con efectos especiales.
- Sus argumentos son variados, girando casi siempre alrededor de la felicidad y el bienestar que proporciona el producto.
- El texto consta de frases sencillas, cortas y juegos de palabras muy pegadizos.
- Quienes intervienen en los anuncios casis siempre son niños que aparecen solos o con sus padres, hermanos o amigos.
- Las conductas de los actores responden a dos actitudes diferentes: situaciones familiares tradicionales con roles marcados, o bien situaciones en las que se pretende romper esas pautas de conducta."

En cuanto al público destinatario de la publicidad infantil, ¿son expresamente los niños, o quizás sus padres, o ambos? Los publicistas son muy inteligentes y diferencian también su público: cuanto más joven sea el niño o niña, más influirán sus padres en su opinión acerca de los productos que ven anunciarse, con lo que esos anuncios van destinados a padres e hijos conjuntamente.

Próximamente seguiré tratando este tema, ya que me parece muy interesante.

sábado, 21 de marzo de 2009

¿Por qué nos atrae tanto la tele?

Debemos a la televisión el hecho de que nos separe de la realidad cotidiana, introduciéndonos en mundos simbólicos totalmente (¿o no?) ajenos a nosotros.
Por otro lado, la televisión comercial busca aquello que atrape lo más rápidamente posible la fantasía del público: hay temas que despiertan las identidades, emociones, opiniones, gustos y ambiciones de todos los espectadores. Los niños, desde luego, son el objeto del deseo comercial de todas las cadenas televisivas. A ellos, pues, se dirigen los estímulos más eficaces y llamativos, aquellos que estimulan su fantasía desbordante. El ejemplo pèrfecto se da en los anuncios de juguetes en fechas navideñas. Y, a pesar de su regulación, siguen siendo fuente de desengaño y desilusión cuando la realidad entra en casa.
La televisión es un instrumento de poder formativo, en el sentido de que, desde este medio, se muestran los roles sociales y actitudes personales que ciertas sociedades demandan hoy en día. Los niños y niñas aprenden roles y pautas a través del canal audiovisual de manera mucho más rápida y, a veces eficaz, que cuando se trata de adquirirlos desde el ámbito de la familia y de la escuela. Pero también deformativo, ya que su asimilación sin un ejercicio de reflexión que interiorice lo mostrado convierte en fachada hueca, en apariencia aquellos valores educativos y sociales que podrían inculcarse. O dar por buenos otros totalmente cuestionables.
Por ello, los padres y educadores debemos permanecer en constante alerta ante lo que pantalla ofrece. Ver junto con nuestros hijos la televisión no es suficiente, hay que conocer previamente el contenido de lo que se va a ver. De esta manera, South Park, Los Simpson o Padre de familia seguirán siendo buenas series de animación, con una profunda carga de critica social, pero cuya comprensión queda fuera del alcance de los más jóvenes, a los que únicamente impactará el lenguaje soez, las actitudes violentas, sexistas o despectivas.